viernes, 12 de junio de 2009

Aprendiendo en el colegio...

Faltaban diez minutos, para las siete de la mañana, y sonaba el despertador. Juan se quedaba un ratito mas en la cama, pero siempre llagaba la madre para sacudirlo un poquito y despertarlo definitivamente. El camino siempre era el mismo, de la pieza al baño, y del baño a la cocina, siempre acompañado de la música de un programa mañanero de la radio…finalmente, aunque medio dormido, Juan salía a la calle y el “vientito” que le daba en la cara, terminaba por despertarlo. Se encontraba con su amigo Daniel, e iniciaban el camino hacia el colegio…en la esquina, los mas “viejos” del barrio, se levantaban bien temprano para barrer la vereda…el saludo de todos los días, y a seguir camino…cruzaban los canteros de la 30, y enseguida sentían el aroma irresistible que tentaba desde una panadería cercana…pero ya era hora de entrar…había que evitar la media falta…
Y una vez en la fila, se preguntaban…
- “Che, que tenemos en la primer hora…?”
- “Matematicas…”
- Uy, no…!!!
Y así pàsaban los días, las pruebas, los recreos…total, había un motivo para despertar, hacer el sacrificio y estar en ese lugar. El motivo era ella…Valeria…ella era alta.. mas alta que Juan…tenía los ojos hermosos y celestes,tanto que el mismo mar los envidiaba.
Ella, en realidad, no estaba ni enterada de los intereses de él. Por eso, es que se juntaban, y se encontraban en el recreo para charlar, jugar, ir juntos al kiosco de la escuela…para Juan, estar cerca de ella, era todo un logro…toda una vivencia…y en clases, las miradas eran todas para ella…en su inocencia, era tan bella, que embrujaba a Juan, quien se quedaba horas y horas mirándola…sonriéndole…dibujándola… Y ya sin ningún desahogo, comenzó a contarle todo lo que sentía por aquella chica, a una amiga de él. Su nombre era Ana…ella solia escucharlo, pensaba, analizaba y recomendaba distintas acciones a seguir…aunque no se animaba a contarle a Juan, que las cosas que él sentía por Valeria, ella las sentía por él…Para Ana, Juan erá el príncipe de los cuentos de hadas, que la iba a despertar a un mundo de felicidad…ella lo escuchaba, y era como el cantar de los pajaros, en un tibio amanecer de primavera…pero lo que escuchaba, no era para ella…era para otra…era para Valería…y Valeria y Juan, no avanzaban hacia un futuro juntos, solo y tal vez como amigos, ya que así se había perfilado la relación..y Juan la quería mucho a Ana…le hacia regalos, siempre algo lindo para decirle…por la tarde, hacían las tareas juntos mientras compartían la merienda…y una tarde Juan, observo en Ana… no a una amiga…sino, a una mujer…era la primera vez, que notaba sus delicadas formas…nunca había notado la ternura que Ana tenía en su mirada… Entonces Juan empezó a seguirla mas detenidamente…sus manos delgadas y pequeñas, entregaban las mas tiernas de las caricias…la forma de su rostro, tan detalladamente perfecta…una vez, al caérsele un cuaderno, como todo caballero él lo levanto inmediatamente para dárselo…y al ver el dibujo de un corazón, con su nombre en el interior, Juan definitivamente entendió que esa mujer perfecta, que recién había notado, era la mujer de sus sueños…y volviendo juntos del colegio, una vez Juan, había tomado la determinación de enfrentarla y expresarle todo ese sentimiento que tenia para ella y que había descubierto recién ahora…salieron de la escuela e hicieron dos cuadras… en su pensamiento, eligió las palabras adecuadas para encarar la situación…y cuando estuvo dispuesto a hablar, el silencio se rompió con la voz de ella cuando dijo:
-“Juan, me puse de novia con Carlitos…es tan bueno…es hermoso…!”
- “Con Carlitos…quien es ese Carlitos…!!!”
Y después Juan hizo silencio…escuchó que tanto se había enamorado Ana de ese “Carlitos” …las mismas cosas que él tanto había dicho de Valeria, ahora lo tenia que escuchar en la voz de quien se había enamorado…pero que hablaba de otro chico… ahora era el momento en que Juan debía ser el amigo…y el tiempo, poco a poco, los fue separando, viviendo etapas…por que uno vive distintas etapas en la vida…y toda etapa tiene un final.
Y es así, como en el ultimo dia del colegio, los mirábas a todos…y te dabas cuenta que ya no eran los mismos del primer año. Los chicos ya eran hombres…Ana, ya era toda una mujer…y una de las mas hermosas del lugar…haber perseguido un sueño, sin darse nunca cuenta de la realidad, hizo que Juan, nunca mas tuviera una oportunidad. Ya que cansada ella de esperar por su príncipe, recorrió otros caminos en busca de su felicidad.
Y cuando el rector brindaba sus palabras de despedida a los chicos del quinto año, Juan y todos los del curso se dieron cuenta que se querían quedar…No se querían ir. Es que sin darse cuenta, los alumnos, habían aprendido a querer a los profesores, inclusive “a la de matematicas”…y con una lagrima disimulada, se despidieron…habían terminado una etapa de su vida, para inmediatamente comenzar otra…ahora los chicos y chicas, eran hombres y mujeres que debían seguir su destino, recorriendo el camino de la vida, con un hermoso recuerdo del colegio. Y Juan, con una historia de la cual tuvo que aprender, y que nunca mas olvidará…

No hay comentarios: