La noche…esas noches en la que uno no puede dormir…noches, en las que uno mira las estrellas, y siente pasar por uno, la luz que generan ellas…
Noches en que la luna parece triste…y hasta un tanto enojada…
Por ejemplo Juan, tuvo noches así…algunas, con mas silencio…y otras aun mas calladas y solitarias…pero hubo una noche, en que Juan se sintió realmente solo y herido, acompañado por el manto negro de aquel firmamento que lo cubria…no había estrellas…y era por ella…Graciela…
Es que, en tan poco tiempo, había sentido tanto…!!! Habia sentido lo que nunca había imaginado sentir por una persona…la necesidad de verla…tocarla…sentirla…besarla… Tan solo sentir el calor de su compañía…todo eso y mas…todo eso, y ya no lo tenía…
Es que la vida para ellos, había sido muy distinta…distintas manera de mirarla…distintas maneras de vivirla…
Y cuando en los caminos empiezan a crecer rocas…cuando el camino te ensucia y te embarra…es cuando uno se dá cuenta, que ese no es el camino a recorrer…que hay otros, que te llevan a tu destino…y ahí es cuando Juan, tuvo que tomar una decisión…y fue la noche mas oscura de su vida…y asi fue como, miró hacia atrás…y vio lo verde del paisaje…las plantas y flores mas alegres y coloridas del camino recorrido…se acercó…tomó algunas de ellas, para llevárselas con él…también estaban las piedras y el barro…pero los ignoró…solo tomó algunas flores, y cambio su camino…y así avanzó en su noche oscura, negando todo sentimiento…luchando por no volver al mismo camino, por que él ya sabia donde terminaba ese…
Y así Juan, con gran dolor disimulado, siguió por este nuevo camino elegido…aunque prácticamente lo habían empujado a cambiar, supuestamente, por un clima mejor…
Y en este nuevo camino, había cruces con el anterior…eran caminos que se espiaban…
Pero este nuevo, mostraba una luz a lo lejos…y ese era el objetivo para recorrerlo…
Avanzar, con los mejores y mas lindos recuerdo de su Graciela, había sido lo elegido, aunque doliera en el pecho…resignando amor y sentimientos, en una noche oscura, que supuestamente iba a comenzar a aclarar…para que finalmente llegara el dia, y Juan, pueda seguir con su vida…con su camino lleno de muy lindos recuerdos…y un futuro que venía…
domingo, 15 de noviembre de 2009
EL MOMENTO
Y uno se preparaba en serio para el baile. Por ejemplo, Juan, con sus amigos, durante toda la semana iban planificando como iba a ser la noche del sábado. Algunos de los chicos de la barra, tenían formas de ganar algo de dinero y los otros iban pidiendo a sus padres, tíos y abuelos…el sábado a la tarde, se juntaban, hacían un fondo común, y compraban las cosas que creían necesarias para la noche…algo para comer…algo para tomar…y después salir a tratar que se cumplan los sueños de la semana…
Es que todos tenían su sueño a cumplir…por ejemplo Daniel, soñaba con estar con Mónica…para Daniel, era el objetivo del sábado…tratar al menos, verla un ratito…como hacia todos los días en los recreos del colegio…ella era compañera de Juan, quienes iban a otra división…Juan, hacia de intermediario, contándole las cosas que su amigo hacia por ella…Para Daniel, ella era la mas bonita…la mas linda…la mas hermosa…ella, lo miraba…le gustaba…pero no se atrevía a decir palabra…se manejaba con sus ojos preciosos y el brillo de su sonrisa, que empalidecía a la luz mas potente.
Y cuando esos gestos daban una respuesta positiva, Juan inmediatamente le contaba a Daniel…para que pueda seguir soñando…y el sábado, los muchachos estaban cerca de la puerta del baile…estaban todos, charlando, bromeando, tomando algo… cuando de pronto, una estrella brillante hacia ingresar sus primeros destellos de luz…y a pesar de su estatura baja, parecía imponente con su belleza, bajando las escaleras y llegando a la pista de baile…era ella…quien se llevaba todas las miradas, e hipnotizaba a Daniel… Y el momento quedó ahí…él permaneció con los muchachos…y ella con sus amigas disfrutaban de la música y bailaban…Daniel, no se animaba…no se podía acercar…y ella, ahí, esperando…
En un momento, no se la vio más…nadie sabia hacia donde había ido…como tratando de orientarse, Daniel miraba a todos lados, buscándola…solo para verla…tenerla en sus ojos…observar sus movimientos…y saber lo que hacia y con quien estaba…de pronto, lo inesperado…mirando hacia cualquier lado, no la vio y chocaron…el vaso de gaseosa que ella tenia, se derramo sobre él…se miraron…rieron…y no podían parar de reír… No sabia bien por que, pero Daniel estaba feliz…una gran felicidad lo invadía, a medida que su alma recibía la mirada de Mónica…disfrutaba ese momento…
Bueno…chau – le dijo Mónica…y él se le quedo mirando…la saludó y la dejó ir… y disfrutó también verla ir…después, le contaría a Juan que había vivido un momento maravilloso…el momento que había esperado…y que con eso le bastaba… Es que fue tan intenso ese momento y lleno de tanta felicidad, que no quiso arruinarlo…que tal si al final, yo no le gustaba a Mónica? Si nunca supe bien…habría dicho…No quiso aventurarse…y aunque podría haber encontrado una respuesta positiva, no se animó con la posibilidad de un NO…en cambio Daniel sabe que ese momento vivido, en los dos, toda esa sensación de felicidad y alegría, sabe que les va a durar para toda la vida…
Es que todos tenían su sueño a cumplir…por ejemplo Daniel, soñaba con estar con Mónica…para Daniel, era el objetivo del sábado…tratar al menos, verla un ratito…como hacia todos los días en los recreos del colegio…ella era compañera de Juan, quienes iban a otra división…Juan, hacia de intermediario, contándole las cosas que su amigo hacia por ella…Para Daniel, ella era la mas bonita…la mas linda…la mas hermosa…ella, lo miraba…le gustaba…pero no se atrevía a decir palabra…se manejaba con sus ojos preciosos y el brillo de su sonrisa, que empalidecía a la luz mas potente.
Y cuando esos gestos daban una respuesta positiva, Juan inmediatamente le contaba a Daniel…para que pueda seguir soñando…y el sábado, los muchachos estaban cerca de la puerta del baile…estaban todos, charlando, bromeando, tomando algo… cuando de pronto, una estrella brillante hacia ingresar sus primeros destellos de luz…y a pesar de su estatura baja, parecía imponente con su belleza, bajando las escaleras y llegando a la pista de baile…era ella…quien se llevaba todas las miradas, e hipnotizaba a Daniel… Y el momento quedó ahí…él permaneció con los muchachos…y ella con sus amigas disfrutaban de la música y bailaban…Daniel, no se animaba…no se podía acercar…y ella, ahí, esperando…
En un momento, no se la vio más…nadie sabia hacia donde había ido…como tratando de orientarse, Daniel miraba a todos lados, buscándola…solo para verla…tenerla en sus ojos…observar sus movimientos…y saber lo que hacia y con quien estaba…de pronto, lo inesperado…mirando hacia cualquier lado, no la vio y chocaron…el vaso de gaseosa que ella tenia, se derramo sobre él…se miraron…rieron…y no podían parar de reír… No sabia bien por que, pero Daniel estaba feliz…una gran felicidad lo invadía, a medida que su alma recibía la mirada de Mónica…disfrutaba ese momento…
Bueno…chau – le dijo Mónica…y él se le quedo mirando…la saludó y la dejó ir… y disfrutó también verla ir…después, le contaría a Juan que había vivido un momento maravilloso…el momento que había esperado…y que con eso le bastaba… Es que fue tan intenso ese momento y lleno de tanta felicidad, que no quiso arruinarlo…que tal si al final, yo no le gustaba a Mónica? Si nunca supe bien…habría dicho…No quiso aventurarse…y aunque podría haber encontrado una respuesta positiva, no se animó con la posibilidad de un NO…en cambio Daniel sabe que ese momento vivido, en los dos, toda esa sensación de felicidad y alegría, sabe que les va a durar para toda la vida…
AQUELLOS BUENOS AMIGOS...
Los bailes…aquellos bailes. Uno estaba prácticamente toda la semana esperando que llegue ese momento para salir, encontrarte con los amigos y disfrutar de esos momentos…
Entonces llegaba el sábado. A la tarde, claro, era o una bicicleteada o un picadito de futbol…una vez, nos quedamos armando una especie de balsa, para llegar a la “islita” como le llamábamos, que era un pedazo de tierra seca que sobresalía en el rio lujan, detrás del parque, después del puente de las vías de la trocha…los sábados a la tarde, siempre había una escusa para juntarse…pero como la noche del sábado, ningún momento se comparaba…es que, cuando llegaba la noche, uno pensaba que podía ser “la noche esperada…”por eso, uno se preparaba bien…la mejor camisa o la remera mas a la moda…los mejores pantalones que uno tenia y las zapatillas bien limpitas…
Entonces, uno en el baño, se miraba…se acomodaba…y quedábamos re lindos!!!
Y claro, el perfume…el mejor perfume que se podía comprar, para dejar un lindo aroma al pasar…y uno salía…y te encontrabas con todos los muchachos…en la calle Nacho, Daniel, el Colorado, Sebastián, Juan Manuel, todos…hubo noches en que salían todos juntos, y eran mas de 30 muchachitos, mas bien inocentes, con solo intensiones de disfrutar y pasarla bien, siempre y cuando había algo para tomar…y ahí uno se iba conociendo…se iba formando…Uno ya sabia sobre la timidez de Nacho…sabias de lo lanzado de Daniel…que si había pelea, Sebastián seguro iba a saltar…que Juan enseguida quería tratar de bailar con una chica, y que Juan Manuel lo iba a seguir…que Luciano se iba a enamorar…que Guillermo era feliz escuchando su grupo de música y que lo único que quería era divertirse…que a Federico le dabas fierros y un motor, y para él era la mas grande las alegrías…y era así…cada uno sabia que le gustaba…y que le molestaba…Por ejemplo a Daniel, le gustaba una chica…ella se llamaba Verónica…una noche, en un baile, Daniel tuvo la oportunidad de avanzar y se acerco a ella…felices en su mundo, hablaban…claro, es que Daniel trataba de convencer a Vero para poder salir una noche juntos…cuando de pronto, fue impulsado por un fuerte empujón hacia donde estaba Juan…y Juan lo miró…lo vio en el piso…enseguida se paró para ver que pasaba… Era Martin, un ex novio de Verónica, que no quería que se le acerque nadie…aquellos motivos…aquellas peleas, que hoy no le encontramos sentido…pero que en aquel momento parecía “lo importante”…y enseguida un gran tumulto…todos querían golpear a Daniel…Juan, delante de él, defendiéndolo y poniendo el cuerpo, así como Sebastián y otros…la revuelta duraba poco, ya que venían los propietarios del lugar, te separaban y si te seguías portando mal, te sacaban del boliche…pero así como de tonto era ese momento, también era muy importante por que te mostraba cosas…te mostraba valores…te mostraba a tus amigos, que sin importar nada, saltaban por vos…te defendían…y ahí uno se daba cuenta de la importancia que tenia “tener” amigos…mas aún, cuando Juan, lo escuchaba horas y horas a Daniel, quien se descargaba hablando de Vero…de lo linda que era…de lo enamorado que estaba de ella…y ahora era ponerle el hombro, para que su corazón no se derrumbara, y para que pueda seguir… “Claro que te voy a escuchar, si sos mi amigo…conmigo, llorá, no hay problema…nadie tiene porque saberlo…contá conmigo…”
Y esos momentos son los que no se olvidan…por que la vida, la vida te puede llevar por diferentes caminos…llevarte muy lejos de aquellas personas con las cuales viviste los mejores momentos…y es que la vida avanza…nos pone objetivos distintos y diferentes maneras de vivirla…pero ya hay un camino recorrido…aquel de la niñez y la adolescencia, en donde, por mucha suerte, pudimos compartir con grandes amigos, aquellos, los mas queridos, que siempre estarán en nuestro recuerdo…y en nuestro corazón para ser, eternamente, aquellos buenos amigos…
Entonces llegaba el sábado. A la tarde, claro, era o una bicicleteada o un picadito de futbol…una vez, nos quedamos armando una especie de balsa, para llegar a la “islita” como le llamábamos, que era un pedazo de tierra seca que sobresalía en el rio lujan, detrás del parque, después del puente de las vías de la trocha…los sábados a la tarde, siempre había una escusa para juntarse…pero como la noche del sábado, ningún momento se comparaba…es que, cuando llegaba la noche, uno pensaba que podía ser “la noche esperada…”por eso, uno se preparaba bien…la mejor camisa o la remera mas a la moda…los mejores pantalones que uno tenia y las zapatillas bien limpitas…
Entonces, uno en el baño, se miraba…se acomodaba…y quedábamos re lindos!!!
Y claro, el perfume…el mejor perfume que se podía comprar, para dejar un lindo aroma al pasar…y uno salía…y te encontrabas con todos los muchachos…en la calle Nacho, Daniel, el Colorado, Sebastián, Juan Manuel, todos…hubo noches en que salían todos juntos, y eran mas de 30 muchachitos, mas bien inocentes, con solo intensiones de disfrutar y pasarla bien, siempre y cuando había algo para tomar…y ahí uno se iba conociendo…se iba formando…Uno ya sabia sobre la timidez de Nacho…sabias de lo lanzado de Daniel…que si había pelea, Sebastián seguro iba a saltar…que Juan enseguida quería tratar de bailar con una chica, y que Juan Manuel lo iba a seguir…que Luciano se iba a enamorar…que Guillermo era feliz escuchando su grupo de música y que lo único que quería era divertirse…que a Federico le dabas fierros y un motor, y para él era la mas grande las alegrías…y era así…cada uno sabia que le gustaba…y que le molestaba…Por ejemplo a Daniel, le gustaba una chica…ella se llamaba Verónica…una noche, en un baile, Daniel tuvo la oportunidad de avanzar y se acerco a ella…felices en su mundo, hablaban…claro, es que Daniel trataba de convencer a Vero para poder salir una noche juntos…cuando de pronto, fue impulsado por un fuerte empujón hacia donde estaba Juan…y Juan lo miró…lo vio en el piso…enseguida se paró para ver que pasaba… Era Martin, un ex novio de Verónica, que no quería que se le acerque nadie…aquellos motivos…aquellas peleas, que hoy no le encontramos sentido…pero que en aquel momento parecía “lo importante”…y enseguida un gran tumulto…todos querían golpear a Daniel…Juan, delante de él, defendiéndolo y poniendo el cuerpo, así como Sebastián y otros…la revuelta duraba poco, ya que venían los propietarios del lugar, te separaban y si te seguías portando mal, te sacaban del boliche…pero así como de tonto era ese momento, también era muy importante por que te mostraba cosas…te mostraba valores…te mostraba a tus amigos, que sin importar nada, saltaban por vos…te defendían…y ahí uno se daba cuenta de la importancia que tenia “tener” amigos…mas aún, cuando Juan, lo escuchaba horas y horas a Daniel, quien se descargaba hablando de Vero…de lo linda que era…de lo enamorado que estaba de ella…y ahora era ponerle el hombro, para que su corazón no se derrumbara, y para que pueda seguir… “Claro que te voy a escuchar, si sos mi amigo…conmigo, llorá, no hay problema…nadie tiene porque saberlo…contá conmigo…”
Y esos momentos son los que no se olvidan…por que la vida, la vida te puede llevar por diferentes caminos…llevarte muy lejos de aquellas personas con las cuales viviste los mejores momentos…y es que la vida avanza…nos pone objetivos distintos y diferentes maneras de vivirla…pero ya hay un camino recorrido…aquel de la niñez y la adolescencia, en donde, por mucha suerte, pudimos compartir con grandes amigos, aquellos, los mas queridos, que siempre estarán en nuestro recuerdo…y en nuestro corazón para ser, eternamente, aquellos buenos amigos…
LA CHICA QUE TANTO SOÑÓ...
Los muchachos de la barra…cada uno tuvo su grupo, su barrita de la adolescencia… Juan claro que tuvo aquel grupo también…la mayoría eran chicos del barrio… estaban Nacho, Daniel, el Colorado, Gabriel, y otros tantos que siempre eran parte de toda acción.Épocas de los asaltos…todos ponían un poco…las chicas algo para comer…los muchachos, algo para tomar…y cuando salían todos juntos al baile, parecía una gran fiesta…Una noche, esas que se daban muy de vez en cuando, fueron pocos los que salieron… claro, era domingo, día no muy común para que habrá el boliche, pero al otro día era feriado…igual, se la pasaba bien…pero faltaban chicos…Nacho y Daniel, se la pasaban bailando entre ellos, elogiando la buena música y divirtiéndose…al Colorado no había manera de sacarlo de la barra…bueno, si, había manera…arrastrándolo cuando se acababa la noche, por que se había tomado todo…Juan estaba acostumbrado a bailar…a bailar con las chicas…mas allá de la timidez que lo acompañó toda su vida, hacia sus esfuerzos para la conquista…y juntos con Gabriel, salieron a sacar a bailar…Primero, acomodarse, sentirse bien…una pasada por el baño, para mirarse por el espejo… y a la pista…De pronto, cuatro chicas…muy llamativas, y bailando entre ellas…los galanes atentos, como marcando territorio, se iban acercando…a Juan le gustaba una morochita de pelo cortito…a Gabriel, una rubiecita de pelo ondulado…una vez de acuerdo quien iba a quien, con paso decidido y casi a la vez, los dos llegaron a sus destinos haciendo la misma pregunta…queres bailar…?“No, si bailo con vos mi amiga me mata…ella quiere bailar con vos…” dijo Yanina, la de pelo cortito…y lo tomo de la mano a Gabriel y se lo llevo a bailar…Juan miró asombrado el rostro sonriente de un ángel que le esperaba…y se animó a preguntarle:…vos…queres bailar conmigo?...Si! dijo ella…y bailaron…ella se llamaba Guadalupe…ella ya lo conocía a Juan…lo venía viendo…de alguna manera, lo venia siguiendo…y ese era el momento para conocerse. La timidez de Juan era evidente, pero luchaba contra ella para demostrar todo lo contrario. Esa noche, estaba en ganador… En un momento, los organizadores del baile, comenzaron a arrojar caramelos y dulces desde el techo, marcando el inicio de lo que se llamaba “la semana de la dulzura”, que era en el mes de julio…Juan, junto todo lo que pudo para dárselo a Guadalupe…pero ni todas las golosinas del mundo podían compararse con la dulzura de aquella joven que iba conquistando el corazón de Juan, con solo mirarlo…sus ojos celestes, eran luces que penetraban en el alma de Juan, pretendiendo quedarse con ella…Y en el final de la noche…debieron despedirse…era todo lindo…todo hermoso…parecían estar viviendo un sueño…era la noche en que se habían conocido…la primer noche que habían estado juntos…y en una época donde todavía no pululaban los celulares como ahora, la propuesta era encontrarse el próximo sábado en el mismo lugar…y así se despidieron, con gran alegría…con gran expectativa…esperando el próximo encuentro…que se demoraría algunos meses, debido a un accidente que Juan padecería y que le impediría la movilidad por largo tiempo…claro, y menos bailar…pero había una amiga en común, que se encargaba de que ellos no perdiesen contacto...Mientras el permanecía en reposo...soñaba...soñaba con ella y el momento de encontrarse...ella, en cada momento pensaba en él...todo el tiempo, y casi sin conocerlo...esos típicos amores adolescentes en donde se ponía mas empeño en soñar...volar e imaginar momentos, que parecían nunca llegar...y la noche llego...después de tanto tiempo, el momento tan ansiado llegaba...esa noche, Juan, salió dispuesto a encontrarse con ella...ella esperaba el encuentro para decirle todo lo que sentía por él... Él, la recordaba hermosa...esperaba ver el ángel que tanto soñó...ella, recibiría al famoso príncipe azul de los cuentos...Y en la esquina del banco, allí estaban todos...el colorado, Gabriel, Nacho...también estaba Guillermo y Juan...todos esperando a ver que iba a pasar...de pronto, un grupo de chicas pasaron por el lugar..."Ahí esta Guadalupe, esa es Guadalupe...decía Daniel, empujando a Juan e impulsándolo a que se acerque a saludarla...Juan dudó...quiso acercarse...la miró...y no era Guadalupe...no era "su" Guadalupe...y todo quedo simplemente en un saludo...esa no era la chica con la que tanto había soñado...no era su princesa...no era su ángel...la había imaginado tanto...la había idealizado tanto, que esa no era "ella"...y así ella se fue...buscando a su príncipe de los cuentos...y así se fue Juan...buscando a la chica que tanto soñó...
PENSAR CON LA MENTE...
Las historias de Juan siempre son muy atípicas y hasta un tanto extrañas…Una mañana, acompañando a su amigo Ezequiel, entro a una oficina para realizar un tramite, y una luz lo encegueció…era la luz de los ojos de una mujer, que trabajaba en el lugar…ella se llamaba Graciela. Claro, ella ignoraba, no sabia que estaba pasando…que en solo segundos, lo estaba enamorando solo, mirándolo a los ojos…
En una fugaz investigación, pudo rápidamente obtener su numero telefónico…primero mando mensajes de texto…y luego se animó a llamar…cuando la escucho, era como escuchar un coro de ángeles…así lo sentía él…y claro, al ser ya ambos personas adultas, decidieron que lo que estaban haciendo, era cosa de chicos…se sentían como chicos…esa sensación que se vive cuando uno se va descubriendo…era como ser nuevamente adolescentes…y la ansiedad, la necesidad que imponía ese sentimiento, hicieron que se decidan verse…
Entonces Juan, esa noche…se preparó como si fuera la noche más importante de su vida… Graciela fue muy dispuesta a vivir la noche soñada…y se encontraron…fueron a cenar…luego a tomar algo…y así, conociéndose…mirándose…enamorándose…
Se siguieron comunicando telefónicamente…se visitaban por la noche…y hubo un momento, que el tiempo se detuvo…bajo un cielo estrellado…Juan…le pregunto…queres ser mi novia? Sorprendida, con los ojos emocionados, se unieron en un beso que pareció durar toda una vida…
Si…!- dijo ella…y desde ese momento, vivieron días inmejorables…claro que siempre, en una etapa de conocimiento…a veces Juan, hacia cosas que no le gustaban mucho a ella…a veces Graciela, decía cosas que Juan no soportaba…pero iban aprendiendo a entenderse… Hubo momentos únicos y maravillosos que ella nunca había esperado vivir…las manifestaciones de amor por parte de Juan, eran inagotables…faltaba solo que lo gritase por la calle…
Pero de a poco, la realidad los fue consumiendo…es que los dos vivían realidades distintas…los dos venían de dos mundos distintos, que solo se unían con sus besos, abrazos y caricias…y la realidad fue pesando cada vez mas…
Conflictos anteriores de Graciela aparecían constantemente…los que se iban cuando estaba con Juan…el la hacia volar…la llevaba a mundos que nunca había visto…que nunca había sentido…pero al colisionar esos planetas con el de la realidad, los conflictos afloraron nuevamente y con mucha mas fuerza que antes…y ahí Graciela, quiso alejarse de Juan…ella no lo quería afectar…Juan lucho para ser un apoyo…extendía su mano para que no cayera al vacio…pero ella, no quería…no quería hundirlo en ese pozo de donde no sabia como salir… Entonces cerró todas las puertas, para que Juan no vuelva a entrar…Juan peleo para volver…y ella lo rechazo constantemente…ella lo hacia para no hacerle mal…no lo quería ver sufrir…pero justamente eso, fue lo que rompió el alma y el corazón de Juan…y era la primera vez que Juan se había enamorado…se dio cuenta por vivir tantas cosas nuevas…por sentir tantas cosas nuevas…por que al cerrar los ojos la veía ella…por que en todas las mujeres, la veía a ella…
Insistió…vaya que insistió…a veces recibía caminos de esperanza, que en pocos minutos se diluían en la voz de ella…y él que no comía, no sentía, no vivía por ella…finalmente tomó una decisión, y salió a volar, encontrando un nido, donde olvidar su dolor…donde olvidar a ella…a su Graciela…fue muy pronto tal vez, tratar de anidar en otros brazos…por que después Graciela, reconoció a el amor…ella lo había ignorado…su orgullo le había hecho despreciar el amor que le ofrecían…pero ya era tarde…y hasta le costó mucho a ella decirlo y admitirlo…pero lo hizo muy tarde…Juan, en su afán por olvidarla…en su lucha contra el dolor sufrido, había optado por estar con otra…los dos habían decidido pensar con la cabeza y no con el corazón…por que si hubiera sido de otra manera, aún estarían juntos…y hoy no lo están…
Hoy Graciela lo lamenta…y el trata de olvidar…pero por mas que lo intente, no lo va a poder hacer…por que nunca se va el amor verdadero…nunca se olvida el verdadero primer amor…por que uno puede intentar olvidar con la mente…pero nunca se olvida lo que el corazón siente….-
En una fugaz investigación, pudo rápidamente obtener su numero telefónico…primero mando mensajes de texto…y luego se animó a llamar…cuando la escucho, era como escuchar un coro de ángeles…así lo sentía él…y claro, al ser ya ambos personas adultas, decidieron que lo que estaban haciendo, era cosa de chicos…se sentían como chicos…esa sensación que se vive cuando uno se va descubriendo…era como ser nuevamente adolescentes…y la ansiedad, la necesidad que imponía ese sentimiento, hicieron que se decidan verse…
Entonces Juan, esa noche…se preparó como si fuera la noche más importante de su vida… Graciela fue muy dispuesta a vivir la noche soñada…y se encontraron…fueron a cenar…luego a tomar algo…y así, conociéndose…mirándose…enamorándose…
Se siguieron comunicando telefónicamente…se visitaban por la noche…y hubo un momento, que el tiempo se detuvo…bajo un cielo estrellado…Juan…le pregunto…queres ser mi novia? Sorprendida, con los ojos emocionados, se unieron en un beso que pareció durar toda una vida…
Si…!- dijo ella…y desde ese momento, vivieron días inmejorables…claro que siempre, en una etapa de conocimiento…a veces Juan, hacia cosas que no le gustaban mucho a ella…a veces Graciela, decía cosas que Juan no soportaba…pero iban aprendiendo a entenderse… Hubo momentos únicos y maravillosos que ella nunca había esperado vivir…las manifestaciones de amor por parte de Juan, eran inagotables…faltaba solo que lo gritase por la calle…
Pero de a poco, la realidad los fue consumiendo…es que los dos vivían realidades distintas…los dos venían de dos mundos distintos, que solo se unían con sus besos, abrazos y caricias…y la realidad fue pesando cada vez mas…
Conflictos anteriores de Graciela aparecían constantemente…los que se iban cuando estaba con Juan…el la hacia volar…la llevaba a mundos que nunca había visto…que nunca había sentido…pero al colisionar esos planetas con el de la realidad, los conflictos afloraron nuevamente y con mucha mas fuerza que antes…y ahí Graciela, quiso alejarse de Juan…ella no lo quería afectar…Juan lucho para ser un apoyo…extendía su mano para que no cayera al vacio…pero ella, no quería…no quería hundirlo en ese pozo de donde no sabia como salir… Entonces cerró todas las puertas, para que Juan no vuelva a entrar…Juan peleo para volver…y ella lo rechazo constantemente…ella lo hacia para no hacerle mal…no lo quería ver sufrir…pero justamente eso, fue lo que rompió el alma y el corazón de Juan…y era la primera vez que Juan se había enamorado…se dio cuenta por vivir tantas cosas nuevas…por sentir tantas cosas nuevas…por que al cerrar los ojos la veía ella…por que en todas las mujeres, la veía a ella…
Insistió…vaya que insistió…a veces recibía caminos de esperanza, que en pocos minutos se diluían en la voz de ella…y él que no comía, no sentía, no vivía por ella…finalmente tomó una decisión, y salió a volar, encontrando un nido, donde olvidar su dolor…donde olvidar a ella…a su Graciela…fue muy pronto tal vez, tratar de anidar en otros brazos…por que después Graciela, reconoció a el amor…ella lo había ignorado…su orgullo le había hecho despreciar el amor que le ofrecían…pero ya era tarde…y hasta le costó mucho a ella decirlo y admitirlo…pero lo hizo muy tarde…Juan, en su afán por olvidarla…en su lucha contra el dolor sufrido, había optado por estar con otra…los dos habían decidido pensar con la cabeza y no con el corazón…por que si hubiera sido de otra manera, aún estarían juntos…y hoy no lo están…
Hoy Graciela lo lamenta…y el trata de olvidar…pero por mas que lo intente, no lo va a poder hacer…por que nunca se va el amor verdadero…nunca se olvida el verdadero primer amor…por que uno puede intentar olvidar con la mente…pero nunca se olvida lo que el corazón siente….-
Suscribirse a:
Entradas (Atom)