Los muchachos de la barra…cada uno tuvo su grupo, su barrita de la adolescencia… Juan claro que tuvo aquel grupo también…la mayoría eran chicos del barrio… estaban Nacho, Daniel, el Colorado, Gabriel, y otros tantos que siempre eran parte de toda acción.Épocas de los asaltos…todos ponían un poco…las chicas algo para comer…los muchachos, algo para tomar…y cuando salían todos juntos al baile, parecía una gran fiesta…Una noche, esas que se daban muy de vez en cuando, fueron pocos los que salieron… claro, era domingo, día no muy común para que habrá el boliche, pero al otro día era feriado…igual, se la pasaba bien…pero faltaban chicos…Nacho y Daniel, se la pasaban bailando entre ellos, elogiando la buena música y divirtiéndose…al Colorado no había manera de sacarlo de la barra…bueno, si, había manera…arrastrándolo cuando se acababa la noche, por que se había tomado todo…Juan estaba acostumbrado a bailar…a bailar con las chicas…mas allá de la timidez que lo acompañó toda su vida, hacia sus esfuerzos para la conquista…y juntos con Gabriel, salieron a sacar a bailar…Primero, acomodarse, sentirse bien…una pasada por el baño, para mirarse por el espejo… y a la pista…De pronto, cuatro chicas…muy llamativas, y bailando entre ellas…los galanes atentos, como marcando territorio, se iban acercando…a Juan le gustaba una morochita de pelo cortito…a Gabriel, una rubiecita de pelo ondulado…una vez de acuerdo quien iba a quien, con paso decidido y casi a la vez, los dos llegaron a sus destinos haciendo la misma pregunta…queres bailar…?“No, si bailo con vos mi amiga me mata…ella quiere bailar con vos…” dijo Yanina, la de pelo cortito…y lo tomo de la mano a Gabriel y se lo llevo a bailar…Juan miró asombrado el rostro sonriente de un ángel que le esperaba…y se animó a preguntarle:…vos…queres bailar conmigo?...Si! dijo ella…y bailaron…ella se llamaba Guadalupe…ella ya lo conocía a Juan…lo venía viendo…de alguna manera, lo venia siguiendo…y ese era el momento para conocerse. La timidez de Juan era evidente, pero luchaba contra ella para demostrar todo lo contrario. Esa noche, estaba en ganador… En un momento, los organizadores del baile, comenzaron a arrojar caramelos y dulces desde el techo, marcando el inicio de lo que se llamaba “la semana de la dulzura”, que era en el mes de julio…Juan, junto todo lo que pudo para dárselo a Guadalupe…pero ni todas las golosinas del mundo podían compararse con la dulzura de aquella joven que iba conquistando el corazón de Juan, con solo mirarlo…sus ojos celestes, eran luces que penetraban en el alma de Juan, pretendiendo quedarse con ella…Y en el final de la noche…debieron despedirse…era todo lindo…todo hermoso…parecían estar viviendo un sueño…era la noche en que se habían conocido…la primer noche que habían estado juntos…y en una época donde todavía no pululaban los celulares como ahora, la propuesta era encontrarse el próximo sábado en el mismo lugar…y así se despidieron, con gran alegría…con gran expectativa…esperando el próximo encuentro…que se demoraría algunos meses, debido a un accidente que Juan padecería y que le impediría la movilidad por largo tiempo…claro, y menos bailar…pero había una amiga en común, que se encargaba de que ellos no perdiesen contacto...Mientras el permanecía en reposo...soñaba...soñaba con ella y el momento de encontrarse...ella, en cada momento pensaba en él...todo el tiempo, y casi sin conocerlo...esos típicos amores adolescentes en donde se ponía mas empeño en soñar...volar e imaginar momentos, que parecían nunca llegar...y la noche llego...después de tanto tiempo, el momento tan ansiado llegaba...esa noche, Juan, salió dispuesto a encontrarse con ella...ella esperaba el encuentro para decirle todo lo que sentía por él... Él, la recordaba hermosa...esperaba ver el ángel que tanto soñó...ella, recibiría al famoso príncipe azul de los cuentos...Y en la esquina del banco, allí estaban todos...el colorado, Gabriel, Nacho...también estaba Guillermo y Juan...todos esperando a ver que iba a pasar...de pronto, un grupo de chicas pasaron por el lugar..."Ahí esta Guadalupe, esa es Guadalupe...decía Daniel, empujando a Juan e impulsándolo a que se acerque a saludarla...Juan dudó...quiso acercarse...la miró...y no era Guadalupe...no era "su" Guadalupe...y todo quedo simplemente en un saludo...esa no era la chica con la que tanto había soñado...no era su princesa...no era su ángel...la había imaginado tanto...la había idealizado tanto, que esa no era "ella"...y así ella se fue...buscando a su príncipe de los cuentos...y así se fue Juan...buscando a la chica que tanto soñó...
domingo, 15 de noviembre de 2009
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